(1) Si se trata de una criba vibratoria circular, la razón más simple y común es que la inclinación de la criba es insuficiente. En la práctica, una inclinación de 20° es la ideal. Si el ángulo de inclinación es inferior a 16°, el material sobre la criba no se moverá con fluidez o rodará hacia abajo.

(2) La caída entre el canal de carbón y la superficie de la criba es demasiado pequeña. Cuanto mayor sea la caída de carbón, mayor será la fuerza de impacto instantánea y mayor la velocidad de tamizado. Si la distancia entre el canal y el tamiz es demasiado pequeña, parte del carbón se acumulará en el tamiz porque no puede pasar a través de él rápidamente. Una vez que el tamiz se apila, la velocidad de tamizado será menor y la calidad de oscilación del tamiz también aumentará. Un aumento en la cantidad de vibración del tamiz reducirá inevitablemente la amplitud del tamiz, y una disminución en la amplitud reducirá la capacidad de procesamiento del tamiz. En casos severos, la pila de material se presionará en toda la superficie de la criba, lo que provocará que la criba no funcione. Generalmente, se debe realizar una caída de 400 a 500 mm entre el canal de alimentación de carbón y la superficie de la criba;

(3) El ancho del tanque de alimentación debe ser moderado. Si se sobrecarga, el material no se distribuirá uniformemente a lo ancho de la superficie de la criba, lo que impedirá un uso razonable y eficaz del área de cribado.

(4) Criba de perforación. Cuando el carbón está húmedo, la criba forma una briqueta y prácticamente no hay criba. En este caso, la criba de perforación puede sustituirse por una criba de soldadura.